En Casa de dos plantas (2021), Gerardo Venteo regresa al hogar de su infancia en Galera, Granada, para reconstruir desde la experiencia vital y la mirada poética un mundo que fue y que aún palpita en su memoria. Lejos de ser un viaje nostálgico, este relato propone una reivindicación poética de la vida contemplativa, donde la casa no es solo refugio, sino espacio primordial desde el que se observa el devenir humano y social.
A lo largo de 220 páginas, Ventao traza escenas cotidianas —las faenas del campo, las cosechas, los juegos infantiles, los objetos caseros, las manos maternas— que funcionan como piezas de un engranaje emocional en el que el pasado dialoga con el presente. Su estilo, respaldado por Antonio Hernández, destaca por su profundidad narrativa y detalle emotivo, así como por una capacidad singular para “mirarlo todo con paciencia de contemplación”.
Pero Casa de dos plantas también logra situarse como testimonio generacional: retrata a quienes nacieron en los años sesenta en la Granada rural, y ofrece una crónica íntima de una sociedad en cambio. Ventao no solo rescata memorias; las convierte en conversación con el lector, en invitación a compartir una visión del mundo ligada a ritmos lentos, arraigo y autenticidad.
La novela está publicada en Sonámbulos Ediciones, colección Macasar Narrativa, representa una de las voces más potentes de la narrativa contemporánea granadina y española, capaz de entrelazar lo local con lo universal a través de la escritura emocional y atenta.
