Coda

«Escribo con la seguridad de que el lenguaje solo fija una parte raquítica de lo que pienso», afirma José Luis Vicario en Coda, una obra que parte de la duda para expandirse hacia una reflexión profunda sobre la experiencia estética, el pensamiento y la emoción.

Este texto habita un territorio en el que la razón intenta calmar la inquietud que produce lo nuevo, lo incomprensible, lo que se presenta sin previo aviso como una forma de arte. Con una prosa que desborda lo ensayístico y roza lo poético, Vicario pone en valor la creatividad como un músculo que se ejercita sin saberlo, un acto de resistencia cotidiana ante la complejidad de la existencia.

Coda no es un cierre, sino una prolongación del pensamiento, una invitación a detenerse en los matices, a abrazar la incertidumbre y a dejarse afectar por aquello que nos sobrepasa.