Miguel Sebastián nos entrega con El vuelo de la luz su primer salto sin red en el terreno de la poesía. Conocido como fotógrafo y observador de almas, este poemario confirma lo que quizá ya intuíamos: también es poeta. Y lo es con una voz honda, sincera, áspera por momentos y siempre guiada por el impulso de la emoción verdadera.
El vuelo de la luz es un libro escrito desde las entrañas, desde el vértigo del sentir, el amor, el deseo y la intemperie. Miguel Sebastián no se esconde: escribe desde la furia de vivir, desde la herida abierta y la búsqueda que no cesa. Sus versos dialogan con el silencio, con el temblor del paisaje, con la soledad y la pertenencia, con México y con la mujer amada.
Este poemario es también una declaración: “Escribo porque no pertenezco a nada”, y, sin embargo, su palabra nos recuerda que el poeta pertenece a todo lo humano, a lo frágil, a lo bello, a lo que duele. En cada poema resuena el deseo de volar “con la espada del lenguaje entre los dientes”, de habitar el abismo con lucidez y pasión.
