En Nombrar la herida, Javier Bozalongo convierte el poema en un ejercicio de escucha activa. Desde una poesía clara, directa y sin afeites, el autor nos invita a atravesar la espesura de realidades silenciadas a través del testimonio de más de una quincena de mujeres. Con una mirada respetuosa y una empatía honesta, Bozalongo pone palabras donde antes hubo silencio, y nombra sin miedo aquello que duele: la violencia, la pérdida, el abandono, el exilio, el sacrificio.
Cada una de estas voces es un acto de resistencia, un paso firme en dirección contraria al olvido. Nombrar la herida no es solo un libro de poemas, es también una toma de posición ética ante el mundo: la palabra puede sanar, pero solo si antes se atreve a decir la verdad. En este libro la poesía es testimonio y es también una forma de reparación, de justicia emocional.
Con versos como “a veces no es preciso añadir leña al fuego / para que el humo cubra el cielo del futuro”, Bozalongo da forma a una obra profundamente humana, en la que la belleza del lenguaje nunca traiciona el drama que habita en sus protagonistas. Este poemario es, en definitiva, una celebración de la memoria, de la dignidad y de la capacidad de la palabra para abrir caminos entre las cenizas.
