Lejos del aguacero

La poesía sigue siendo ese remanso, ese rincón para sentir, para ordenar este mundo caótico y valorar lo que de verdad importa, lo que nos permite organizar nuestras prioridades y lo que hace convivir el pasado con lo que somos ahora, con todas nuestras contradicciones. Son cápsulas de memoria porque recordar es etimológicamente pasar otra vez por el corazón.

Los temas de la poesía son eternos desde la antigüedad hasta ahora, pero la autora les aporta una mirada nueva, un ángulo que te sorprende y, como la buena poesía, te hace escudriñar en tu interior, te aprieta el corazón.

Lejos del aguacero es un libro lleno de emociones. Habla de la inspiración como un golpe de suerte, pero en su caso, como en los autores del romanticismo, Rosa Ortega es capaz de ver la poesía que se esconde en todas las cosas, en los pequeños detalles, en los momentos que a fin de cuentas constituyen el camino de la vida. Quizás, como dice Borges, este libro confirma que «La historia universal es la historia de unas cuantas metáforas».

Juana García Jordán